LUCHAR CONTRA EL SILENCIO
En esta batalla en que me encuentro,
Tengo por espada mi palabra,
Una montura plateada,
Y por escudo…
por escudo, sólo tengo el alma.
A mi espalda está mi hacienda,
inocente y risueña,
donde siempre soy un niño;
Tres pequeñas torres
– entre dunas, son tres flores-
Crecidas por los pájaros del sueño,
Amuralladas por un rosal
Que da flores en los patios,
Y espinas hacia fuera.
Emboscados entre dunas cotidianas
Me asedia un ejército de ancianos
En sus jaimas grises, deshonestas,
esperando que yo termine derrotado.
son viejos guerreros de turbantes azules,
ojos lejanos y bocas quebradas
por la astucia y el tiempo.
Acostumbrados a vencer al Sol del horizonte,
Mi castillo es para ellos sólo arena
Que sus jinetes pueden pisotear sin darse cuenta
De mi dolor o mi existencia.
He reunido un ejército
Con tres besos y una estrella,
Y allí donde la Media Luna les espero;
Venid viejos guerreros,
que estoy acostumbrado
A luchar contra el silencio,
y no hay desierto que no conozca
el arrojo de mi amor y de miedo.
Mawey 21-Octubre-06
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